Doctor Destino
Si Sonido Líquido Crew es un ágora del hip hop mexicano, entonces Doctor Destino es uno de sus mejores alquimistas. Doctor Destino t.c.c. Rodrigo Tovar es un productor, beatmaker y rapero mexicano, que pese a buscar al ecuanimidad, es un apasionado de lo que hace y un poco compulsivo. Él lo explica diciendo “Soy una persona que se puede volver adicta a cualquier cosa, si algo me gusta no paro de hacerlo”. También es alguien que tiende más a la reclusión que la exposición y es por eso que ha permanecido como uno de los secretos mejor guardados del hip hop en México, al menos hasta ahora. Pese a preferir mantenerse lejos de los reflectores, ha sido parte de SLC desde 2006 y estuvo a cargo de la mezcla, la masterización y los beats de Aquí somos lo que hacemos (2010) de Tino el Pingüino. También ha sido generoso con sus beats con Nayasuza y Bruno Grasso. Es posible que hayas escuchado su colaboración en un LP de Zaque llamado Flow de lujo (2017). Y también puedes escuchar a Zaque en varios tracks de la discografía de Doctor Destino. Puede ser que lo conozcas por DNA, un proyecto que realizó junto con Alonnso y que es la viva prueba de cómo Doctor Destino puede hacerte bailar, pensar y sentir muchas cosas al mismo tiempo.
Se dice que infancia es destino y esto ciertamente podría aplicarse a Tovar, ya que pese a llevar quince años confeccionando tracks, fue en su infancia que tuvo su primer contacto con el hip hop. Al respecto aclara “Lo primero que recuerdo de hip hop es un video de Run DMC que vi en MTV cuando estaba en quinto de primaria y me gustó. En mi escuela sólo escuchaban la radio comercial y nunca me identifiqué con eso”. Sin embargo, el detonador definitivo que lo llevó a adentrarse el rap fue la escucha de un LP de ToteKing & Shotta titulado Tu madre es una foca. “Tenía un amigo, Alfredo Genel, conocido como A.A.G.G. Demente. En ese tiempo nos juntábamos en su casa, fumábamos, rapeábamos y así seguíamos hasta el infinito”. Tres años después, conoció a Led Serrano, t.c.c. Zaque, el capitán de Sonido Líquido Crew. Doctor Destino, relata “Un día fui a casa de Led, que ya tenía tarjetas de sonido y monitores, entre otras cosas. Ahí empecé a aprender un buen, conocí Reason y lo sigo utilizando hasta la fecha”.
Unos años después el mundo conocería a Doctor Destino a través de su opera prima, titulada Sin retorno al principio vol. 1 (2009). Un LP en el que le dio forma a sus ideas a través de la sonoridad del piano rhodes, también echó mano de un recurso estilístico peculiar en el rapeo, el tongue twisting, con el objetivo de explorar el aspecto percutivo de su voz de manera lúdica. Fue durante esta producción que Rodrigo Tovar por primera vez se plantearía tomar el nombre de Doctor Destino. Aunque admite, terminó de habitarlo durante la producción de Luz y calles (2010) de DNA, un proyecto en el que junto con Alonnso y algunas voces invitadas explora las lindes del hip hop y el pop. DNA también dio vida a Uno doble en (2012), donde Doctor Destino genera tracks aún más bailables. Entre esos dos discos hubo uno más, llamado 23 (2012) cuyo título se refiere a su edad y al número que su hermano usaba para jugar fútbol americano, quien por cierto, murió dieciséis años antes de dicha producción. 23 (2012) es una colección de tracks instrumentales, que juegan con la sensación de espacio y las tonalidades de diversos sintetizadores.
El tiempo, la práctica, su incesante búsqueda por un sonido que sólo existe en su cabeza y el gusto por ampliar sus horizontes musicales, han llevado a Doctor Destino a cambiar su manera de hacer las cosas. Sus discos no carecen de groove, pero son menos agresivos, las progresiones armónicas están más cuidadas, sus tracks se sienten más nítidos y espaciosos. Sus rimas van con fluidez de lo trascendental a lo prosaico y han ganado la sensibilidad sincera que sólo se obtiene al dejar atrás las pretensiones. Actualmente Doctor Destino está mucho menos preocupado por el efectismo y más concentrado en el fondo. Ya no hace uso del tongue twisting, pero su voz ha ampliado su rango expresivo. Ahora, sus rapeos son mucho más relajados y desde El frío de la primavera (2018) podemos pasearnos por sus letras mientras contemplamos los aforismos que en ellas florecen.
Su más reciente producción, titulada De patios vacíos y corazones rotos (2020) reúne y exalta las mejores cualidades de sus trabajos previos, mientras une las sonoridades del hip hop y el house, aderezado con un toque de pop. Es definitivamente un álbum que te puede hacer mover los hombros mientras exploras tus emociones y pensamientos. Además, el futuro de Doctor Destino augura muchas más noticias, pues como un buen panadero, siempre tiene más de un proyecto en el horno.
Escrita por: Edmeé García t.c.c. Diosaloca MX